domingo, 29 de enero de 2017

Poeta invitado Hamlet Lima Quintana

Hamlet Lima Quintana.jpg
Hamlet Lima Quintana
tomado de Google

                                                                         

Teoría de los buenos deseos

Que no te falte tiempo
para comer con los amigos
partir el pan,
reconocerse en las miradas.

Deseo que la noche
se te transforme en música
y la mesa en un largo
sonido de campanas.

Que nada te desvíe,
que nada te disturbe
que siempre tengas algo
de hoy para mañana

y que lo sepas dar
para regar las plantas
para cortar la leña,
para encender el fuego,
para ganar la lucha,
para que tengas paz.
que es la grave tarea
que me he impuesto esta noche
hermano mío.


HAMLET LIMA QUINTANA, Argentina, 1923-2002


viernes, 27 de enero de 2017

Invito al poeta y amigo Juan Disante

La casa grande III           (en construcción)


Tenme bajo tu techo fiel
es bueno hablar
Universo
individuo y total no separados
lo bueno/malo no existe (coexisten)
no hay apetitos
sólo deseos
soles enteros tapando las sombritas
de los rostros
bajo la leche cósmica del nacer
francas puertas de ingreso
de tierra negra en tu amplio estar
infinitas ventanas a lo por venir
formación estelar
fuimos hechos
de tu donada materia oscura
de masas solares
de energía galáctica
cúmulo-relumbrón de nuestro ser
completando la ceñida medida de crecer humanos
semilla nuclear sostendremos
sin albas ni ocasos
soy retirada célula asombrada y muda
un corto astrónomo en busca de tus habitaciones
para sentir tu aliento de esplendor
alojarme en la hamaca paraguaya
tejida con cuerdas del Bosón de Higgs
donde me siento ileído
el dormitorio donde una mujer y un hombre
hacen la siesta
se aman
sueñan
eluden el llanto
la cocina donde antojamos el desayuno
la sopa
el día
abrigándonos en el fogón de los dichos
tomándo lo necesario
donde nadie juega a los dados
criamos a nuestros hijos
en jardines de pura luz
el campo adentro de Einstein
la materia y todo su contrario
donde todo se apelmaza
fluyendo de proposiciones en veloz calma
nada es estable e inmutable
con leyes tan cercanas a certezas ausentes
rehuyendo el dolor
no habrá armónicos fárragos de babeles
sin bretes
sin conversión
esperanzando a Stephen Hawking
muestranos tu lengua súper simétrica y quebrada
donde amadrigaron sus nidos
lejanos abuelos en cobijas soleadas
de sistemas eclípticos
y una universalidad espejante
que copió nuestros cuerpos mortales
nuestras descendencias
nuestros hogares tibios de cenas humeantes
orbitando
hay observancia en las ventanas
hay recurrencia en lo que parece desorden
explicaba Poincaré:
memoria
resonancia
franquear  la casa
sustraerse a las diferencias
tal vez deberíamos
ayudar a la creación a evitarle el trabajo
del buen orden cósmico:
entendernos en el cuidado
de nuestra residencia abierta
de nuestros acervos
y después del banquete
muchas palabras

adomiciliarnos 
                         adomiciliarnos
                                                  adomiciliarnos



domingo, 22 de enero de 2017

Poeta invitado Sebastian Olaso

Contra Dios y marea (poema VII)
Adónde, entonces, adónde hemos llegado,
si aquí no hay ni puente, ni puerta, ni puerto,
ni andén, ni abrazo, ni lápida.
Qué hacemos en este círculo
de viajes estancados,
en estos zapatos sin ninguna vocación.
Hacia dónde querrá empujarnos el deseo,
cuándo, por qué, para qué.
Dónde están los mapas del sí, del también,
del todavía.
Hacia dónde partiremos
cuando el viento desordene la quietud,
hacia dónde cuando la noche desdibuje
las sombras que nos matan.
Dónde, dónde está la guarida de Dios,
dónde está su palacio
construido con esclavos del infierno.
Nuestros ojos ya no son
los traductores del silencio.
Nuestras lágrimas ya no tienen
más espejo que el pasado.
Una jauría de soledades nos hostiga.
No sabemos por qué, no sabemos cómo,
no sabemos para qué,
pero hasta aquí hemos llegado.
No hay nada más cierto.
No hay nada más.
No hay nada.
No.

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