viernes, 27 de julio de 2018

Poema de Dora Gonzalez --




La imagen puede contener: 10 personas, incluidos Alicia Solda Mazzini, Dora Gonzalez y Carlos Norberto Carbone, personas sonriendo, personas de pie



                                                        "Todos esos pasos que da el hombre usándose para su muerte"-
                                                                                         Álvaro Mutis
Un compendio de ritos vacíos
le sostiene el bolso
y ella va
por el filo de la calle.
Tan torva como baja
sucede entre la gente
en una tarde ciega
que le aúlla
sobre la curva
infinita
de algo parecido a su espalda.
Señora mínima
ella va
y con ella
los acordes
de un réquiem para su vida.
                                       Dora González
 Poema de: 

martes, 24 de julio de 2018

Suplemento de poesía 2017 Revista Archivos del Sur: Ada Inés Lerner


Suplemento de poesía 2017 Revista Archivos del Sur

Suplemento de poesía  Revista Archivos del Sur: Ada Inés Lerner:




                                                                          



                                             Rehén            


esta piel tan ligera que me encierra
(abrigo escaso de impudor y despojo)
este  fracaso de suertes tan diversas
en silencio fatigan las palabras,
 
así suelo toparme con un río vencido
pobre espíritu anclado en su cauce
doliente recorte de años lejanos,
señales,
larvas de sangre en la tormenta inútil
como fósiles,

mis palabras nocturnas se desvelan
rehenes altivos y sensuales
que sólo sobreviven dentro de mí piel


Poeta invitada Thelma Nava - Tomada de Isla Negra


Thelma Nava


México -1931Tlatelolco 68

                                                                                   I
Es preciso decirlo todo,
porque la lluvia pertinaz y el tiempo de los niños
sobre los verdes prados nuevamente
podrían lograr que alguien olvide.
Nosotros no.
Los padres de los otros tampoco y los hijos y
los hermanos
que pueden contarnos las historias
y reconstruyan los nombres y vidas de sus muertos tampoco.
                                                                                    II
Tlatelolco es una pequeña ciudad aterrada
que busca el nombre de sus muertos.
Los sobrevivientes no terminan de iniciar el éxodo.
Pequeña ciudad fantasma, húmeda y triste
a punto de derrumbarse si alguien se atreviera
a tocarla nuevamente.
Nada perdonaremos.
Rechazamos todo intento de justificación.
                                                                                    III
Miro pasar las ambulancias silenciosas una tras
otra
mientras aquí en el auto
un anciano que sangra y no comprende nada
está en mis manos.
                                                                                    IV
Que no se olvide nada.
aunque pinten de nuevo los muros
y laven una y otra vez las piedras
y sean arrasados los prados incendiados con pólvora
para borrar, definitivamente
cualquier huella.
                                                                                   V
Ellos ignoran que los muertos crecen,
que han echado raíces sobre las ruinas
aunque los hayan desaparecido
(para que nadie verifique cifras).
Todo ha sido invadido por la sangre.
Aún vuelan partículas por el aire que recuerda.
Es de esperarse nuevamente su visita.
Los asesinos siempre regresan al lugar del crimen.
figura maya


Gracias:
el abrazo, en poesía
Gabriel Impaglione Revista de poesìa Isla Negra desde Sardegna, Italia.

jueves, 19 de julio de 2018

Hoy: Dos poetas para todos los lectores


Puesta de sol.jpg
















                                  Entre líneas de la noche
                                                     Jorge Oscar Bach

La rosa se marchitó durante la noche
y, cuando la mañana diluya las sombras,
dirás que las horas fueron impiadosas.
No lo hagas, es la naturaleza de la especie.
En algún momento, el pétalo, como la angre,
se seca y da paso al tiempo impensado; entonces
la fragancia de la rosa se hace más intensa
para engañar, como el amanecer, a la razón.
Por eso elijo la penumbra: en la beatitud
de la esencia, todo existe; nada se pierde
cuando se rasga el velo de la apariencia. 



  Tulips.jpg               
                               Toma la copa, hermano.
                                                                 Susana Cattaneo   

Sé que hay un mundo de sombras que nos sigue de cerca;
arenas cansadas y cielos quebrados que temen la muerte.
Hay un gemido de gaviotas
que se adorna de ortigas y abarca los mares.
También lámparas y campanas sordas.
Ojos apagados de tanto mirar lejanías y tal vez,
una cruz horadando esperanzas.
Toma la copa.
Se escucha un extraño sonido de árboles
que crecen en la mitad del mundo.
Vibra el llanto de alguien
que perdió el calor de las palabras.
Creo que juntos es posible recorrer el sueño de las hadas
y que de la mano podemos caminar
sin miedo por toda esta tristeza,
Aún podemos, hermano.
Bebe: la copa tiene vino, miel y luz.
Tómala porque a pesar de todo
en algún lugar, sigue naciendo la vida.


domingo, 15 de julio de 2018

Misandria --- En mi voz


Misandria

      fem. dícese del fastidio que  provoca en algunas mujeres
    cierto animal bípedo implume del género masculino
de la raza humana. ú.t.c.s.

     Desde tiempos inmemoriales hemos desandado penosos pasillos de bibliotecas cómplices, consultando tratados de conspicuos contenidos.
            ¿Por qué? podrían preguntarnos. Creemos que la mejor respuesta es que hemos decidido reconstruir, desde la literatura y con justicia, el idioma que amamos. Es este un plan tan extravagante y asombroso que vamos a necesitar de la contribución de cada escritora/or que desee aportar a posteriores ediciones y a otras ya desaparecidas.
            Quizás el vocablo que hemos elegido sea culpable de adjetivar  en exceso. Puede ser. Creemos que si hoy nos ocupa y preocupa es porque sugiere dos términos pertinentes a nuestra situación: en primer lugar cita a la familia de una trémula y afinada pajarilla entrerriana (........andria) y en segundo lugar a una melodía religiosa del África virgen (misa..........).
            Nada en su sonoridad pre-anuncia y de-nuncia la enorme crueldad que se ejerce sobre uno de los géneros más generosos de la raza humana. Es notorio analizar que este vocablo se puede utilizar como sustantivo ya que es un hecho que puede (debidamente) dar sustancia al sujeto.
            En la literatura subsistente, dominada por siglos de oscurantismo machista, el término “misandria” ha sido injustamente sepultado por la preocupación ilusoria de la pertinente Academia por incluir conceptos, a toda vista nubes de humo, con el pretérito concepto de sustentar la desaparición indefinida de nuestra identidad femenina.
            Una de las escuelas lingüistas que más ha investigado la conveniencia de incluir la voz misandria en el uso diario de la lengua, ha sido la liderada por la abajo firmante.      Si alguna/o de nuestras/os lectoras/es se siente inclinada/o a continuar en esta huella, le sugerimos integrarla a su objeto poético, a fin de abonar a un proceso y no ser copartícipe voluntario (ahora que ya lo sabe) de un pasado irrecuperable.
         Para quien se sienta escandalizada/o le recordamos que ya “Segismundo Froid“ hablaba de la envidia del clítoris que desvela al macho de la especie.  Deseamos contribuir a fundamentar este postulado científico (con el único fin de apostar al esclarecimiento del tema), que la envidia la genera (en el mismo espécimen) la posibilidad de la maternidad sólo por el género femenino, y que dicho ejemplar está demasiado atento a “ocuparse en destruir aquello que no se siente capaz de construir”.
            El primer y único proyecto en este sentido que nos ha llegado a través de la filosofía  fue propuesto por Platón,  sabio ermitaño, analfabeto y funcional, que en su dialéctico colérico lo definió ajustándose a su perspectiva, a fin de influir en la realidad, cuando se calificó a sí mismo como un  “animal bípedo implume”.  
            Hasta aquí una síntesis de nuestra postura, sustentada en principio, en una  traducción apócrifa del Journal Femenil de La Banda Roja.