Tiranía del desborde, poema I 
Sebastián Olaso
Apoyado en lo improbable, adormecido, viendo pasar lo que no
llega, viéndome
afuera, lejos, preso en el afuera, preso en la distancia, dejo que el desierto me
mienta el vaso de agua. Creo en sus promesas. Me entrego. Me dejo llevar por esos ríos que quiero crear, creyendo sin descanso. Creo que no y siento que no espero,
pienso que mejor, sé que nunca, intuyo que mañana, deseo que, y sin embargo,
cada amanecer me repite el hoy, me unta y me sofoca de presente, absorbe la
pena de ayer para embarrarme de otra pena. Enfermos todos los milímetros que
piso. Moribundo el oxígeno. Me digo, me impongo y me juro que soy dueño de un
dónde. Que los pasos son progreso. Que en la sangre, que aquí, que en siempre
hay una fiesta. Me digo, me impongo y me juro, pero sintiéndome afuera, lejos,
preso en el afuera, preso en la distancia, apoyado en lo improbable, adormecido.
afuera, lejos, preso en el afuera, preso en la distancia, dejo que el desierto me
mienta el vaso de agua. Creo en sus promesas. Me entrego. Me dejo llevar por esos ríos que quiero crear, creyendo sin descanso. Creo que no y siento que no espero,
pienso que mejor, sé que nunca, intuyo que mañana, deseo que, y sin embargo,
cada amanecer me repite el hoy, me unta y me sofoca de presente, absorbe la
pena de ayer para embarrarme de otra pena. Enfermos todos los milímetros que
piso. Moribundo el oxígeno. Me digo, me impongo y me juro que soy dueño de un
dónde. Que los pasos son progreso. Que en la sangre, que aquí, que en siempre
hay una fiesta. Me digo, me impongo y me juro, pero sintiéndome afuera, lejos,
preso en el afuera, preso en la distancia, apoyado en lo improbable, adormecido.
(Tiranía del desborde, poema I - Editorial Vinciguerra, 2009)
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