Alejandra
odiaba los domingos
Claudia Isabel Lonfat
Yo invento
Alejandras
para llorar
Alejandras para reír
Se recuestan en la hierba
o beben su soledad
en vasos de piedra
Cuando no asoman
salgo a buscarlas
quizás en la mirada oblicua
de los perros de la calle
o en el sol
escapando del horizonte
Pero es más fácil hallarlas
en la paloma herida
que nadie intenta salvar
cuando las miradas se vacían
y se cristaliza el dolor.
para llorar
Alejandras para reír
Se recuestan en la hierba
o beben su soledad
en vasos de piedra
Cuando no asoman
salgo a buscarlas
quizás en la mirada oblicua
de los perros de la calle
o en el sol
escapando del horizonte
Pero es más fácil hallarlas
en la paloma herida
que nadie intenta salvar
cuando las miradas se vacían
y se cristaliza el dolor.
Yo
hablo con mis manos
cuando quieren huir
vuelvo
porque veo el rostro del poema
en Alejandra
Y aunque ella se muera eternamente
buscando su roída libertad
otras Alejandras acercaran
sus palabras al fuego
palabras que nunca serán cenizas
y alimentaran la llama.
cuando quieren huir
vuelvo
porque veo el rostro del poema
en Alejandra
Y aunque ella se muera eternamente
buscando su roída libertad
otras Alejandras acercaran
sus palabras al fuego
palabras que nunca serán cenizas
y alimentaran la llama.
(retrato
y poema, Claudia Isabel Lonfat)
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