A la AMIA
Sin
fundamento estalló el infierno
conmoviendo a la estrella
que se astilló en mil cielos
llaga viva
intolerante
derrumbando asombros
enmudeció la sangre
padre
la fiesta era pronto...
el beso repitió en el beso
el amor sepultado
el invierno en todos
se tensó alelado
madre
se me desgrana el pecho...
la mano emuló a la mano
solidaria
y en andrajos una gran lágrima
humedeció al escombro
eleva a voz
alta la noche de la marcha
estoy de pie a la espera de la vida
aunque ruede el corazón cayendo al suelo
que en la
grave soledad nadie está solo
y en el íntimo dolor no existe el miedo.
ÁNGEL
AZARMENDIA